Si es por mí no escatimes abrazarme. Demasiado achico yo la potencia de la vida cuando digo “ya está, ya miraste mucho” y doy vuelta la cabeza. Cuando digo “ya está, ya saltaste mucho” y
Escribiré cuando sea preciso. No como una actividad: como una urgencia. Como cagar. Porque yo no soy poeta; y ya no soy narrador, tampoco. Expulso versos coagulados y no quiero ponerme a trabajar sobre esa
Cómo me alegró el día saber que la tienda de Víctor quedaba por la zona de playas. En la parte más cheta además, donde las chicas van ya bronceadas y se nota que tienen todo